Así como Allectoris graeca (chakor) anhela la luna debido a los ojos que la siguen viendo y nunca se sacia bebiendo los rayos parecidos al néctar, así también un devoto Sikh del Guru nunca se sacia con la visión del Verdadero Guru.
Así como un ciervo absorto en escuchar la melodiosa melodía del instrumento musical llamado Ghanda Herha, pero nunca se sacia de oírlo. Así es como un sij devoto nunca se sacia escuchando la melodía de la música tranquila de Naam Amrit.
Así como el pájaro de la lluvia nunca se cansa de llorar por el néctar como la gota de Swati día y noche, de manera similar la lengua de un devoto y obediente discípulo del Guru nunca se cansa de pronunciar repetidamente el ambrosial Naam del Señor.
Al igual que Allectoris graeca, el ciervo y el pájaro de la lluvia, la indescriptible felicidad celestial que obtiene mediante la visión del Verdadero Gurú, escuchando el melodioso sonido intacto y cantando las alabanzas del Señor Todopoderoso, permanece en un estado de éxtasis.