Saludo al Verdadero Gurú, la forma maravillosa del Señor (raíz de todo), en quien Dios mismo ha alojado Su luz refulgente.
En la congregación reunida ante el Verdadero Gurú, semejante a Dios, se cantan y recitan alabanzas al Señor. Las cuatro varnas (secciones de la sociedad basadas en castas) se integran en una sociedad de castas.
Un sikh del Gurú cuya base es el nombre del Señor, escucha los melodiosos himnos de alabanza del Señor. Luego se da cuenta de su yo que le ayuda a percibir lo imperceptible.
El Verdadero Gurú derrama su bendición en muy pequeña medida sobre esa persona que queda absorta en ella y saborea el amoroso elixir del amor del Señor. (144)