En la profesión de comerciante, un hombre puede valorar y evaluar perlas y diamantes pero no ha podido evaluar este precioso nacimiento humano y su objetivo de venir a este mundo.
Uno puede ser un buen contador y experto en llevar cuentas pero no ha podido borrar el ciclo repetido de su nacimiento y muerte.
En la profesión de luchar en los campos de batalla, un hombre puede volverse muy valiente, fuerte y poderoso, adquirir sólidos conocimientos de tiro con arco, pero no ha logrado vencer a sus enemigos internos, el ego y el orgullo, para adquirir estabilidad espiritual a través del té.
Viviendo en el mundo de maya (mammon), los discípulos del Gurú que han permanecido intactos de él han aprendido que en estos eones oscuros, la meditación en el nombre del Verdadero Gurú semejante a Dios es suprema. (455)