Las personas obstinadas permanecen absortas en vicios como la lujuria, la ira, la avaricia, el apego y el orgullo, mientras que las personas conscientes del Guru son amables, comprensivas y contentas.
En compañía de personas santas se alcanza la fe, el amor y la devoción; mientras que en compañía de personas viles y falsas, uno siente dolor, sufrimiento y sabiduría viles.
Sin el refugio del Verdadero Gurú, las personas orientadas a sí mismas caen en el ciclo de nacimiento y muerte. Los sikhs obedientes del Guru beben profundamente el néctar de las palabras del Guru, las embeben en sus corazones y así logran la salvación.
En el clan de personas conscientes del Guru, el conocimiento es limpio e invaluable como los cisnes. Así como un cisne es capaz de separar la leche del agua, los sijs orientados al Gurú descartan todo lo básico y se sienten saciados con acciones superiores. (287)