Absortos en la meditación de Su nombre, la santa congregación es el mejor lugar para sembrar las semillas de las obras supremas que saciarán todos los deseos y navegarán a través del océano mundano.
La compañía de hombres santos elimina la ignorancia y abre las puertas herméticamente cerradas del conocimiento. En la unión de la conciencia y la palabra divina, uno disfruta del beneficio de comerciar con la joya como el Naam.
El servicio del Verdadero Gurú en el lugar divino de la santa congregación nos lleva a la realización del Señor, que es imperceptible e indistinguible.
Amando el lugar fructífero como santa congregación, se obtiene ganancia inconmensurable. Tal congregación es benefactora, servicial y filantrópica para los servidores y esclavos (del Señor). (126)