Un discípulo que camina un paso hacia el Guru para tomar su refugio y va hacia él con devoción y humildad, el Guru avanza para recibirlo (al devoto) dando millones de pasos.
Aquel que se une con el Señor recordando el encantamiento del Guru aunque sea una vez, el Verdadero Guru lo recuerda millones de veces.
Aquel que hace una ofrenda incluso de una concha ante el Verdadero Guru con amorosa adoración y fe, el Verdadero Guru lo bendice con los innumerables tesoros de invaluable riqueza que es el Naam.
El Verdadero Gurú es un depósito de compasión que está más allá de toda descripción y comprensión. Por eso le saludamos innumerables, porque no hay nadie como Él. (111)