Así como una madre tiene muchos hijos, pero uno que tiene en su regazo es el más querido para ella;
Los hijos mayores permanecen absortos en sus actividades comerciales, pero uno de ellos ignora todos los atractivos de la riqueza, las mercancías y el amor de los hermanos y hermanas;
Dejando al inocente bebé en una cuna, la madre sigue atendiendo otras tareas domésticas pero al escuchar el llanto del bebé, viene corriendo y le da de comer.
Como el niño inocente, aquel que se pierde y toma refugio en los santos pies del Verdadero Guru, es bendecido con la consagración del Naam-Simran-Mantar que lo salva de los vicios mundanos; y saboreando la bienaventuranza del Naam Simran logra la salvación.