Si Dios, el Señor esposo, pudiera ser seducido por alguna forma de belleza, entonces las personas hermosas lo habrían seducido. Y si hubiera sido alcanzado por la fuerza, grandes guerreros lo habrían vencido.
Si pudiera adquirirse con dinero y riquezas, los ricos lo habrían comprado. Y si se pudiera obtener mediante la recitación de poemas, entonces los grandes poetas deseosos de llegar a Él lo habrían alcanzado a través de su arte.
Si se pudiera llegar al Señor mediante las prácticas yóguicas, entonces los yoguis lo habrían escondido en sus grandes cabelleras. Y si él fuera accesible mediante la consumación de los materiales, entonces las personas materialistas habrían llegado a Él a través de sus deleites.
El Señor, más querido que la vida, no es capturado ni dominado controlando o renunciando al uso de los sentidos o cualquier otro esfuerzo. Sólo se puede llegar a Él meditando en las palabras del Verdadero Gurú. (607)