Un discípulo seguidor del Verdadero Gurú siente la presencia del Señor Todopoderoso en cada ser viviente y en todos los lugares, se vuelve imparcial y en lugar de entregarse a discusiones sobre las obras y actuaciones visibles del Señor, permanece absorto en Él.
Todo lo que está sucediendo, está sucediendo en Su voluntad. Así, tal discípulo permanece inmaculado de todos sus deseos. Conociendo los rasgos del Todopoderoso que es la causa y el efecto de todo, pierde su orgullo y su ego de acuerdo con el dicho inmortal de Gurba.
Acepta que todas las formas, grandes o pequeñas, han surgido de un Señor Único. Al adoptar la sabiduría divina, adquiere un carácter piadoso.
Así como un árbol de higuera bien extendido nace de una semilla, así Su forma se extiende en forma de maya. Un Sikh obediente al Gurú elimina su dualidad aprendiendo mucho sobre este único apoyo. (Él nunca está enamorado de ningún dios o diosa ya que sabía