Una polilla, una abeja negra, un pez, un Sheldrake rubicundo (Allectoris Gracea) y un ciervo aman la llama de una lámpara, la flor de loto, el agua, el sol, la luna y el sonido de la música producida por Ghanda Herha respectivamente.
Todo su amor siendo unilateral es muy doloroso y no ayuda ni al principio ni al final.
Estos seres vivientes de vida subhumana no pueden ser bendecidos con la santa congregación de verdaderos devotos ni con la salvación después de la muerte. Ni siquiera pueden ser destinatarios de las enseñanzas del Guru, de Su contemplación y del néctar divino que la gracia del Verdadero Guru puede brindar.
Llegar al refugio del Verdadero Guru, el almacén de la misericordia y eso también en la vida de un ser humano y practicar en el Naam Simran dado por el Verdadero Guru puede bendecir a uno con ese fruto único de consuelo y paz. (321)