Así como uno ve su rostro en el espejo, así es el Verdadero Gurú, la imagen del Dios Trascendental que puede comprenderse concentrando la mente en el Verdadero Gurú.
Así como la mente del intérprete está en armonía con la melodía que toca en su instrumento musical, así también el conocimiento del Dios absoluto está fusionado en las palabras del Verdadero Gurú.
En virtud de la contemplación en los pies de loto del Verdadero Guru y la práctica de sus enseñanzas en la vida, concentrando la mente que divaga debido a declaraciones y acciones espurias, una persona consciente del Guru se vuelve amante del gran tesoro del nombre del Señor.
Mediante la contemplación sobre los pies de loto y la práctica de las enseñanzas del Guru, un discípulo del Guru adquiere un estado espiritual superior. Luego permanece absorto en la melodiosa melodía que sigue sonando en su mística décima puerta. En el estado de equilibrio que él