Millones de bellos rostros, millones de elogios por su alabanza y millones de sabidurías son sacrificios a la sabiduría de esa mujer;
Millones de conocimientos virtuosos y millones de fortunas se sacrifican al conocimiento y la fortuna de esa mujer;
Millones de rasgos dignos de elogio asociados con una persona bien educada y de buen comportamiento y millones de vergüenzas y pudores son sacrificios para esa mujer;
Quien es mirada incluso con una pequeña mirada de gracia por parte del Señor por vivir una vida acorde con su religión y deberes femeninos. (650)