La gloria y grandeza de los Sikhs del Guru que son uno con el Verdadero Guru y están perpetuamente en contacto con Sus santos pies está más allá de toda mención. Estos sikhs están cada vez más motivados a meditar más y más en el nombre del Señor.
La visión de los Sikhs del Gurú está siempre fijada en la asombrosa forma del Verdadero Gurú. Estos sikhs siempre están teñidos del tono del Naam Simran, en el que meditan repetidamente como si estuvieran masticando perpetuamente hojas de betel y nueces.
Como un pez que encuentra agua, la palabra divina del Verdadero Gurú, cuando se aloja en la mente, permanecen absortos en el nombre del Señor. Ellos mismos se vuelven como néctar mediante la meditación constante en el Naam, similar a un elixir, que siguen saboreando todo el tiempo.
Estos piadosos sijs son un almacén de adulaciones. Millones de adulaciones anhelan sus elogios y buscan su refugio. Son tan bellos y bellos que millones de bellas formas no son nada ante ellos. (194)