Innumerables formas y colores, la belleza de diversas partes del cuerpo y el disfrute de los sabores de las comidas;
Infinidad de fragancias, sensualidades, sabores, modos de canto, melodías y sones de instrumentos musicales;
Innumerables poderes milagrosos, elixir como almacenes de bienes que dan placer, contemplación y seguimiento de ritos y rituales;
Y si todo lo dicho anteriormente se multiplica millones de veces, no podrá igualarse con el bien hecho por personas de temperamento santo. (131)