Cuando la persona devota consciente del Guru se vuelve una con la forma Verdadera del Señor Verdadero, su visión le ordena la visión sagrada del Guru. Aquel que practica la meditación en el nombre del Señor permanece apegado a las palabras de sabiduría del Verdadero Gurú.
Mediante la unión del Verdadero Guru y su discípulo (Gursikh), el discípulo obedece las órdenes de su Guru con mucha sinceridad y fidelidad. Al meditar en el Señor, aprende a reflexionar sobre el Verdadero Gurú.
Así, la unión de un discípulo con el Guru impregna el rasgo de servicio al Maestro. Sirve a todos sin recompensa ni deseo, ya que ha aprendido que está sirviendo a Aquel que reside en todos.
Una persona así emerge como una persona con acciones ideales en virtud de la meditación y la reflexión en el Señor. En el proceso, logra equilibrio y permanece absorto en ello. (50)