Dejen ya la idea de “lo mío y lo tuyo”,
oh Hermanos del Destino, y vuélvanse el polvo debajo de los pies de todos, escuchen y observen la Presencia del Señor por todas partes.
El día en que uno abandona al Señor Trascendente, ese día es de sufrimiento y de muerte.
El Señor es la Causa de todas las causas y todos los poderes residen en Él. (4)
Él te bendice con Su Amor; sí, con el Naam, a través del Cuál tu idilio con Maya desfallece.
Y si así lo desea, Él te une a Su Ser y entonces en tu corazón habita Su Nombre.
A través del Guru el Loto de tu mente florece y tu corazón se ilumina.
La Gloria de Dios se vuelve manifiesta y en la tierra y en el Umbral de tu Conciencia todo florece. (5)
Cuando el Guru Perfecto te conforta con el Contentamiento, te entonas para siempre en el Amor del Señor.
Tu boca recita por siempre Su Nombre, pues sólo ese es el objeto de tu vida,
Su Sabor es para siempre. Escuchas de Él constantemente y así vives inamovible y eterno.
Oh, ¡maldita sea el Alma que no cree en Dios! (6)
Ofrezco mi ser en sacrificio a mi Maestro de infinidad de Virtudes,
pues Él sostiene aun a los grandes malvados, y le da lugar al que no lo tiene.
Nos da nuestro Sustento con cada respiración; Su Nombre es Éxtasis puro.
Aquél que encuentra al Guru Perfecto, concibe su Destino. (7)
No puedo vivir sin Él ni siquiera por un momento; en Él están todos los poderes.
Cada vez que respiro puedo ver Su Presencia ante mí.
En la Sociedad de los Santos, me entoné en el Nombre, y contemplé a mi Señor Todo Prevaleciente.
Y sin embargo, aquéllos que no aman a su Dios, el sufrimiento los lleva hasta la muerte. (8)
Ya con aferrarnos a la orilla de Su Túnica, somos llevados a través del mar del miedo y del sufrimiento.
Dios en Su Misericordia nos bendice, nos da Su Compañía y está de nuestro lado hasta el final.
Nuestro cuerpo y nuestra mente son confortados y sostenidos por la Bondad del Nombre.
Dice Nanak, busca el Santuario de Aquél Ser que cubre los errores de todos. (9‑1)
Sorath, Mejl Guru Aryan, Quinto Canal Divino.
El vientre materno que es un mar de dolor, ahí también el Señor nos hace habitar en Su Nombre,
pero cuando uno viene al mundo, se engolosina con los dulces de Maya.
Aquél a quien el Señor bendice, lo lleva hasta el Guru Perfecto,
y entonces él medita para siempre en su Dios entonado en Su Nombre. (1)
Mi cuerpo y mi mente se apoyan en Ti, oh Amor, pues sin Ti no hay ningún otro Creador.
Eres el Conocedor Íntimo y Único de cada corazón. (Pausa)
He ido a través de millones de reencarnaciones y sufrido la pena de ir y venir,
pues Te abandoné, oh Señor Verdadero, y así me causé un sufrimiento inmenso.
Aquéllos que encontraron al Guru Verdadero se entonaron en Su Nombre.