Dijo el Guru, sin el Shabd, oh Yoguis ermitaños, uno no obtiene la Esencia, y la sed del egoísmo no es saciada.
Imbuido en el Shabd, uno encuentra la Esencia Ambrosial y permanece lleno del Verdadero Nombre.
Dijeron los Yoguis: ¿Qué tipo de Sabiduría estabiliza la mente, cuál es la comida que la satisface?
Dijo el Guru, si uno considera igual al dolor y al placer, por la Gracia del Guru, su mente se estabiliza y no experimenta la muerte.(61)
Si uno no está adentrado en el Amor del Señor, no prueba de Su Esencia
ni conoce la Palabra del Shabd del Guru, y por ende es consumido por su fuego interior.
No preserva su semen y su semilla y si no canta el Shabd, y no medita en el Verdadero Señor,
la respiración no se regula de forma adecuada.
Pero quien pronuncia el Mensaje Inefable de Dios y mantiene a su mente meditativa en balance,
entonces, dice Nanak, alcanza al Señor, el Alma Suprema.(62)
Uno está adentrado en el Amor de Dios por la Gracia del Guru,
y probando el Néctar goza del Éxtasis de la Paz. Alabando al Señor Verdadero,
Es reflejado por el Guru y apaga su fuego interior,
y probando el Néctar goza del Éxtasis de la Paz. Alabando al Señor Verdadero,
el Gurmukj logra cruzar el río de la vida.
Oh, dice Nanak, después de una profunda meditación uno alcanza este conocimiento.(63)
Dijeron los Yoguis: ¿En dónde habita esta mente elefante? ¿Dónde reside la respiración vital?
¿En dónde habita el Shabd con el que las divagaciones de la mente cesan?
Dijo el Guru, cuando Dios es Misericordioso, nos conduce al Guru y la mente se contiene en ella misma.
Sí, cuando uno consume su propio ego, se vuelve inmaculado y cesan las divagaciones de la mente hacia lo externo.
Dijeron los Yoguis: ¿Cómo puede uno conocer la Causa Primordial, cómo puede conocer su ser, cómo es que el sol entra en la casa de la luna?
Dijo el Guru, cuando el Gurmukj elimina su ego interno, entonces, dice Nanak, el sol penetra naturalmente en la casa de la luna. (64)
Cuando la mente se calma y estabiliza, habita en el corazón, y así el Gurmukj comprende la Esencia, la Fuente de todo.
La Luz está posada en el hogar del ombligo y ahí el Gurmukj busca y encuentra la Esencia de la Realidad.
Este Shabd compenetra el núcleo del ser, profundo en su propio hogar; la Luz del Shabd prevalece en los tres mundos.
La añoranza por el Señor Verdadero consumirá tu dolor, y a través del Señor Verdadero, encontrarás la Liberación.
El Gurmukj conoce la Inefable Melodía Celestial del Bani, escasos en verdad son los que lo comprenden.
Dice Nanak, quien habla la Verdad estará teñido con el Color de la Verdad, el Cuál nunca se desvanecerá. (65)
Dijeron los Yoguis, cuando aún el cuerpo y el corazón no existían, ¿dónde estaba la mente?
Sí, cuando el loto del ombligo no soportaba la respiración, ¿dónde estaba la respiración entonces?
Cuándo no existía forma alguna, ¿cómo alguien podía enfocarse amorosamente en el Shabd?
¿Cuándo ha existido un recinto que no haya sido construido del esperma y del óvulo?, ¿Cómo podría uno evaluar al Ser Supremo?
Si Dios no tiene color, ni forma, ni vestimenta, ¿cómo puede ser identificado con la Verdad?
Dijo el Guru, quienes están entonados en el Naam, en el Nombre del Señor, viven sin apegos y conocían al Señor así como Lo conocen ahora.(66)
Cuando no había ni cuerpo ni corazón humano, oh, Yogui ermitaño, la Mente habitaba desapegada en el Señor Absoluto.
Cuando el loto del ombligo no soportaba el aire vital, habitaba entonces dentro de sí mismo, adentrado en el Amor del Señor.
Cuando no había forma, ni signo, ni individualización, entonces el Shabd, en su Esencia, habitaba en el Dios Absoluto.
Cuando no existía ni la tierra, ni el cielo, entonces la Luz del Señor Absoluto prevalecía en todos los tres mundos.