todas las faltas cometidas en pasadas existencias te serán absueltas.
Recita el Naam e invita a otros a recitarlo,
y tome Conciencia de Él, será liberado.
pues cualquiera que Lo escuche, Lo declame
Por ello, dice Nanak, con espontaneidad intuitiva recita las Gloriosas Alabanzas. (6)
Cantando Sus Alabanzas tu mente será purificada
y te librarás del devastador veneno del orgullo;
sólo así podrás vivir en Perfecta Paz.
Con cada respiración y con cada bocado eleva en tu ser el Nombre del Señor.
Renuncia a tus trucos astutos, oh mente mía,
en Compañía de los Santos, obtendrás la Verdadera Riqueza.
Junta la Riqueza del Nombre del Señor, tu Verdadero Capital, y comercia con Él.
En este mundo estarás en Paz y en la Corte del Señor serás aclamado.
Ve al Uno prevaleciendo en todo,
dice Nanak, pues tu Destino ha sido ordenado. (7)
Piensa en el Dios Verdadero,
alábalo, contémplalo y búscalo a Él sólo.
Cántale Alabanzas sin cesar y
atestigua Su Grandeza en pensamiento
y acto porque el Señor es el Uno Absoluto,
Aquél que con Su Perfecta Presencia abarca todo lugar
y del Cuál todo proviene.
Alabándolo a Él, es como uno limpia sus faltas;
conducido por el Guru uno toma Conciencia del Uno,
inundando cuerpo y mente con Su Amor. (8-19)
Slok
Nanak dice, oh Señor, mis divagaciones han terminado,
vengo a buscar Refugio en Ti, apégame a Tu Servicio. (1)
Ashtapadi XX
Oh Señor, Tu Humilde Servidor Te pide un regalo,
concédele el Tesoro de Tu Nombre.
A mí, que añoro sólo el Polvo de los Pies de Tus Santos.
Oh Señor Trascendente,
y recitar por siempre Tu Alabanza!
¡cómo anhelo poder Llamarte con cada respiración
Que enaltezca el afecto por el Loto de Tus Pies.
Que pueda realizar mi servicio a Dios, con toda Devoción, día con día,
porque Tú eres mi Único Santuario y mi Único Soporte.
Nanak pide sólo lo más Sublime, el Naam, el Nombre de Dios. (1)
Si Dios está complacido, vivirás por siempre en Éxtasis,
mas pocos son los bendecidos con la Experiencia Plena del Señor.
Aquéllos que Lo han experimentado, permanecen plenos y alcanzan la perfección
en un Estado de Fe constante
y desbordando Amor por Él.
Nace en sus mentes el gozo de conservar la Compañía de los Santos,
Llegando a su Santuario, deja todo atrás,
y día y noche se entonan en Dios viviendo iluminados.
Pocos son, en verdad, los que a Él se entregan,
pero sólo aquéllos que aman Su Nombre, conocen la Paz Perfecta.(2)
Aquél que sirve al Señor, se cumplen sus deseos,
recibe la Enseñanza del Guru Verdadero;
el Señor es Bondadoso con Su sirviente
y lo protege siempre llenándolo de felicidad.
Le quita las ataduras y lo libera
de la duda y del dolor de tantas reencarnaciones.
su nostalgia es aliviada y su Fe, confirmada.
Viviendo en la Eterna Presencia del Señor,
Unido a su Maestro, a quien en verdad pertenece,
penetra en el Santuario del Nombre. (3)
¿Cómo podríamos abandonar a Aquél que premia nuestros esfuerzos
y que reconoce cualquier cosa que por Él hagamos?