y tiene relaciones con alguien más;
es como el perico que está contento por un tiempo posado sobre el árbol de Simmal,
pero ahí se muere sin poderse despegar del árbol. (1)
El hogar del que vive en el error está en medio del fuego
incandescente y nunca se acaba de consumir. (1-Pausa)
No logra ver a los que alaban a Dios,
pues ha abandonado Su Sendero y va por el camino equivocado.
Está muy alejado de Dios y así va y viene,
pues hace a un lado el Néctar y se come el veneno. (2)
Así como los hombres se reúnen en la casa de la prostituta
y ella se encuentra atractiva y sensual y baila para envolver y cautivar,
de la misma forma el amante siente su respiración
sin saber que alrededor de su cuello esta el dogal de la muerte. (3)
Quien lo tiene así inscrito en su destino,
se acerca al Santuario del Guru.
Dice Namdev, escuchen oh Santos,
ésta es la única manera de ser llevado a través. (4-2-8)
Shand y Mark se presentaron ante el rey y le dijeron, ya estamos cansados de tu hijo, pues no lee para nada, sólo se la pasa recitando el Nombre de Dios y aplaude las manos para llevar el ritmo
y así hecha a perder a todos sus compañeros de estudio. (1)
Él dedica su vida sólo a contemplar el Naam,
el Nombre del Señor y su corazón solo habita en Él. (1-Pausa)
La Reina madre le dice a Prehlad, tu padre gobierna el mundo entero,
pero no lo obedeces y te dejas influenciar por el modo de pensar de otros. (2)
La corte maligna resolvió conferirle el estado de vida eterna, pero aun siendo arrojado de la punta de la montaña hacia las aguas y el fuego,
Dios lo salvó, transformando la naturaleza de los elementos. (3)
Con espada en mano, el Rey lo amenazó con quitarle la vida y le gritó, déjame ver ahora quien es el que te va a salvar.
Y Prehlad respondió, mi Señor de la Túnica Amarilla, el Maestro de los tres mundos, está aún en el pilar en donde estoy atado. (4)
Dios apareció y a Harnakashyap lo hizo pedazos con Sus Garras y así se proclamó Dios de hombres y dioses.
Dice Namdev, también yo habito en ese Hombre-León, pues Él me bendice con el Estado en donde no existe ni el miedo ni el temor. (5-3-9)
El Rey me dijo, escucha Namdev,
déjame ver de dónde y cómo es tu Dios. (1)
Y así el Rey me amarró gritándome,
déjame ver si tu Dios viene a tu rescate. (1-Pausa)
O resucitas la vaca muerta que está frente a ti,
o te mando ejecutar ahora mismo. (2)
Y dije, oh Rey, esto no sucede así,
el que muere ya no vuelve a la vida. (3)
Entonces uno no puede hacer nada ya,
pues lo que sea que viene, viene de Dios. (4)
El Rey se enfureció con la respuesta
e hizo la seña para que el elefante pasara por encima de mí. (5)
La madre de Namdev, llorando le dijo,
¿por qué no abandonas tu Ram y alabas a Aláh? (6)
Y le respondí, no soy tu hijo, ni tú eres mi madre,
pues aun si mi cuerpo lo destruyen, no dejaré de contemplar a mi Dios. (7)
El elefante torció su tronco como haciéndome un saludo y así fui salvado,
apoyándome en el Santuario de Dios. (8)
El Rey dijo, ante mí los Quazis y los Mulhas me saludan con todo respeto,
pero éste hindú me ha humillado enfrente de todos. (9)
La gente acudió al rey diciéndole, oh rey, escucha nuestra súplica, oh rey