Has creado al mundo y Tú Mismo lo destruirás. Sólo la Palabra del Shabd prevalece y sólo ocurre lo que Tú haces.
Dios bendice al Gurmukj con Gloria y Grandeza y así él encuentra al Señor.
Como Gurmukj, Nanak adora y medita en el Señor,
deja que el mundo entero proclame, Bendito, Bendito es Él, el Guru. (29‑1)
Rag Sorath, la Palabra del Bhagat Kabir yi.
Un Dios Creador del Universo, por la Gracia del Verdadero Guru
Los hindúes se han cansado de alabar ídolos, los musulmanes de postrar su cabeza en la Kaaba.
Algunos son cremados, otros enterrados, pero nadie, oh Dios, ha encontrado Tu Verdadero Estado. (1)
Oh mi mente, el mundo es un oscuro pozo sin fondo
y a los cuatro vientos la muerte ha tendido su Red. (1‑Pausa)
Los poetas han muerto recitando su poesía, los Kapris postrándose en el Kedaar.
Los Sanyasas, mueren con su cabello engreñado, pero sin encontrar Tu Verdadero Estado. (2)
Los reyes han terminado sus vidas acumulando riquezas y enterrando sus tesoros debajo de la tierra.
Los Pandits desperdician sus vidas leyendo los Vedas, las mujeres mueren observando su propia belleza. (3)
Sin el Nombre del Señor todos están perdidos;
Kabir habla la Enseñanza. (4‑1)
Nuestro cuerpo se vuelve cenizas; lo que queda es devorado por los gusanos.
Así como el cántaro de barro se rompe si se llena de agua, así nuestro cuerpo se destruye cuando habita en el tiempo. (1)
Oh hombre, ¿por qué tienes tanto orgullo, y de qué?
¿Te has olvidado del recinto del vientre en donde estuviste de cabeza durante tantos meses? (1‑Pausa)
Así como la abeja recolecta la miel, así el tonto, cabeza hueca, junta sus riquezas. Pero cuando se muere, todos gritan:
¡Llévenselo, llévenselo! ¿Por qué tienen a este fantasma aquí? (2)
Hasta el umbral lo acompaña la esposa; los amigos y los parientes lo acompañan hasta el crematorio,
pero de ahí, el Alma cisne vuela sola. (3)
Dice Kabir, escuchen, oh hombres, están atrapados en el pozo de la muerte,
en la ignorancia están amarrados por Maya así como el perico está atrapado en la red. (4‑2)
Escuchando los Vedas y los Puranas, también pensé en ir por el camino de las buenas acciones,
pero viendo que los eruditos son atrapados por la muerte, me alejé de ellos lleno de consternación. (1)
Oh mente, tu tarea más importante continúa sin realizarse,
pues no has habitado en tu Dios. (1‑Pausa)
Te fuiste a los bosques para practicar Yoga y austeridades, te alimentaste de raíces, pero siendo un Yogui,
un seguidor de los Vedas, uno hombre en silencio o de una sola palabra, no has sido liberado del lazo de la muerte. (2)
No permitiste en ti la amorosa adoración de Dios. Preocupándote por los símbolos,
le entregaste tu cuerpo a la muerte. Aquél que nada más finge tener una experiencia espiritual, ¿cómo puede él apegarse a Dios? (3)
El mundo entero está determinado por la condición de ser mortal. Los escolares religiosos también están registrados en la bitácora de la muerte.