Sí, cantando la Alabanza del Señor, es imbuido con Su Amor y no se lamenta más.
Cruza el mar tempestuoso de la existencia material y, en medio de la esperanza, se emancipa volviéndose desapegado.
Así toma Conciencia de su ser por la Gracia del Guru, muriendo en su individualidad mientras aun está vivo. (41)
Muchos persiguen descontrolados la ilusión, pero nada de ella les acompañará.
El Alma cisne huye con tristeza en su corazón y abandona la ilusión aquí, todavía de este lado.
La mente incompleta es apresada por la muerte y los deméritos de uno lo acompañan.
Sí, si uno es bendecido con Mérito, la mente rechaza lo mundano y se sumerge en el Ser.
Los egocéntricos están destinados a morir, porque sin el Nombre, sólo viven en el dolor.
En verdad todas nuestras mansiones, fortalezas y cortes son vanas como un teatro de sombras.
Dice Nanak, sin el Nombre Verdadero, el advenimiento a la vida es puramente ilusorio.
Sí, Dios es Omnisciente y es la Esencia de la Sabiduría en Sí Mismo. (42)
Aquél que viene también se va,
aunque se lamenta yendo y viniendo.
El Alma pasa a través de ochenta
y cuatro millones de encarnaciones, ni más ni menos.
Sólo se redimen aquéllos
que fueron complacidos en la Unión con Dios;
para ellos su lucha termina
y la ilusión en la que vivían desaparece. (43)
Ni los reyes ni los nobles permanecerán, tampoco los ricos ni los pobres.