practicando el Shabd uno mastica el hierro
y conoce al Señor dentro y fuera.
Oh, dice Nanak el fuego es apagado
simplemente por el Placer de la Voluntad del Verdadero Guru.(46)
Inmerso en el Temor Reverencial del Uno Verdadero, uno apacigua su propio ego,
comprende que Él es Uno y medita en el Shabd.
Con el Verdadero Shabd uno habita en lo profundo del corazón,
su cuerpo y mente son refrescados y se tiñe con el Color del Amor del Señor.
El Fuego de la lujuria, del enojo y de la corrupción es extinguido.
Oh, dice Nanak, es entonces cuando el Bienamado nos otorga Su Mirada de Gracia. (47)
Dicen los Yoguis, ¿Cómo es que la luna de la mente enfría, como nieve, a la vida?
¿Cómo es que el sol de la Sabiduría se enciende?
¿Cómo puede uno sobreponerse a las limitaciones del tiempo?
¿Cómo se preserva el honor del Gurmukj?
¿Quién es el guerrero que vence a la muerte?
Di, oh Nanak, ¿qué piensas de esto?(48)
Dijo el Guru, dando voz al Shabd, la luna de la mente es Iluminada Infinitamente
y la oscuridad interior se disipa cuando los vaivenes de la mente cesan y, apoyándose en el Naam, el Nombre del Señor,
el placer y el dolor se vuelven lo mismo.
Así Dios, por Sí Mismo, nos lleva y nos carga a través.