Dice Nanak, sólo aquéllos que se conserven alertas, a través de la Gracia del Guru,
y que enaltezcan al Señor en su mente, recitando la Bella Palabra Ambrosial, despertarán a la Esencia de la Realidad. (27)
¿Por qué habríamos de olvidar a Aquél que nos da el sustento, aún en el vientre materno?
Sí, ¿por qué habríamos de abandonar a tan Grandioso Maestro que nos alimentó en el fuego de la matriz?
Ningún mal puede sobrevenir a aquél a quien el Señor atrae a Su Servicio.
Estando entonado en Él, el Gurmukj alaba permanentemente a su Señor.
Dice Nanak, oh mi mente, ¿por qué olvidar a tan Grandioso Señor?(28)
El fuego del vientre es como el fuego de Maya;
ambos son la Obra del Creador, y ambos son extinguidos por Él.
Por la Voluntad del Señor se nace en el mundo para dicha de los parientes;
más tarde uno se desentiende del Señor dando prominencia al mundo ilusorio de Maya.
Maya es quien nos hace olvidar al Señor; entonces crece en nuestra mente el amor por lo efímero.
Dice Nanak, sólo a través de la Gracia del Guru puede vivirse en medio de Maya entonado en el Señor. (29)
El Señor es Invaluable, nadie Lo puede describir, y aunque muchos han intentado, nadie ha logrado ponderarlo.
Si alguien tuviera la ventura de encontrar al Guru Verdadero, debería entregarle su cabeza e incluso su propio ser.
Ese ser tendría que entonarse solamente en el Uno
a Quien todas las Almas pertenecen y elevar así al Señor en su mente.
Sí, en verdad que el Señor es Invaluable; afortunados son aquéllos que viven entonados en Él. (30)
El Señor es mi fortuna, mi mente es un mercader
que sólo comercia con los Bienes del Señor.