Ofrezco mi ser en sacrificio a aquel Guru, Cuya Gloria ha dejado eco a través de las épocas.
Dice Nanak, escuchen, oh Santos: amen la Palabra del Shabd del Señor;
el Nombre del Señor es en verdad mi Soporte. (4)
En aquel hogar afortunado donde manifiestas Tu Presencia,
oh Señor, se escuchan Celestiales Coros de Armonía.
En ese hogar Tú permites que uno conquiste a los cinco enemigos de las pasiones y que se venza el temor y la muerte.
Aquéllos a quienes bendices en Tu Misericordia, oh Señor, viven entonados en Tu Nombre.
Dice Nanak, ese hogar es todo Bondad; sí, la Melodía Divina resuena en su interior. (5)
Sin entonar el Nombre, inútil se vuelve el cuerpo,
¿qué puede hacerse en tal estado?
Oh Señor, no hay poder que Tú no otorgues;
bendíceme, oh Señor de los Bosques, para que pronto Te encuentre. Sólo con Tu Palabra se embellece el cuerpo;
dice Nanak, si no me entono en el Señor, ¿de qué sirve mi pobre cuerpo?(6)
Muchos dicen, estoy en Éxtasis, pero el Éxtasis sólo viene del Guru,
cuando el Señor Bienamado tiene Misericordia de nosotros.
En Su Misericordia el Señor disipa nuestros males y nos bendice con el Colirio de la Sabiduría.
Quienes eliminan el apego de su ser, son adornados con el Shabd de la Palabra del Verdadero Señor,
dice Nanak, ese es en verdad el Éxtasis que uno logra del Guru.(7)
Oh Baba, sólo aquél a quien bendices obtiene el Éxtasis,
mientras que los esfuerzos de otros de nada sirven.