pues sin recordar al Señor, la noche y el día pasan en vano.
Tal como las cosechas se pierden por falta de lluvia.
Tal como el dinero del avaro se guarda sin provecho,
así los trabajos que no son realizados como ofrenda al Señor, carecen de buenos frutos.
Bienaventurados los corazones que desbordan de Amor por el Naam, el Nombre del Señor;
ofrezco en sacrificio mi vida a ellos. (6)
Muchos van por la vida pregonando una cosa y practicando otra;
si no hay Amor en el corazón, lo que se diga carece de fundamento.
Pero el Señor, que conoce la profundidad de cada uno, no Se engaña;
ninguna demostración externa Lo impresiona.
Si un hombre predica a otros lo que él mismo no practica,
seguirá atado a la ronda interminable de nacimientos y muertes.
Aquél que acepta a Dios en su vida, nunca hablará en vano;
sus enseñanzas salvarán a toda la humanidad.
Sólo aquéllos a quienes Tú, Señor, has bendecido con Tu Amor,
Te conocen; dice Nanak, ¡cómo añoro estar a los Pies de esos Santos! (7)
Elevo mis plegarias al Señor, sabiendo de antemano que Él atenderá mi oración,
porque Él honra a los seres que ha creado.
Siendo Él, Todo en todo, ejecuta Su Propia Justicia.
Para algunos, Él se muestra cercano; para otros, muy distante.