Y así vaga a través de millones de encarnaciones
y como si fuera juglar, asume distintos papeles.
Pero el Gran Juglar es Quien lo hace aparecer de múltiples maneras
y él danza de acuerdo a la Melodía que el Señor le toque.
Oh, dice Nanak, en verdad no existe nadie más que el Señor. (7)
Y cuando el hombre encuentra finalmente la Saad Sangat, la Compañía de los Santos
para ya nunca dar marcha atrás,
su mente es iluminada.
Alcanza entonces un Estado de inconmovibles bases y,
con su mente y su cuerpo inmersos en el Amor del Nombre,
vive para siempre en Compañía del Señor.
Así como el agua se incorpora al agua,
su luz se funde en la Luz Divina
y su deambular termina para siempre.
Nanak se postra reverente ante el Señor. (8-11)
Slok
Los dóciles de espíritu, aquéllos que son reservados y sencillos viven siempre en Paz.
Los arrogantes y soberbios Manmukjs, son destruidos por su propio orgullo.(1)
Ashtapadi XII
Aquél que se envanece con su propia supremacía,