será arrojado como perro a los abismos de la oscuridad de la conciencia.
Aquél que se vanagloria de su belleza,
vivirá arrastrándose como gusano en el fango.
Aquél que se jacta de sus nobles obras,
morirá para nacer de nuevo.
Aquél que se enorgullece de sus bienes
y riquezas, es ciego e insensato.
Cuando por Misericordia Divina el corazón de un hombre es bendecido con la Humildad,
obtendrá la Liberación en esta vida y Paz en la siguiente.(1)
Cuando un hombre rico se vanagloria de su riqueza,
No recibirá siquiera lo mínimo.
¿acaso olvida que ni una paja lo acompañará cuando muera?
Cuando un hombre se jacta de dar soporte y protección a un pueblo entero,
¿acaso olvida que todo podría ser destruido en un instante?
Cuando alguien cree tener mucho poder,
¿no sabrá acaso que en un guiño de ojos podría ser reducido a cenizas?
Al soberbio no le interesan los demás,
pero el Juez del Cielo se encarga de retribuir a cada quien con lo que se merece.
Aquél que por la Gracia del Guru deja de aferrarse a su ego, encontrará aceptación en la Corte de Dios.(2)
Si alguien realiza gran cantidad de obras buenas en aras de reconocimiento y gloria,