Es por Su Gracia que te adornas con atuendos de seda.
¿Por qué habrías de Dejarlo para buscar a otro?
Es por Su Gracia que tienes un cómodo lecho donde descansar.
Oh mi mente, medita siempre en Él.
Es por Su Divina Gracia que eres honrado entre los hombres;
canta Sus Alabanzas con tu lengua y tu boca.
Es por Su Gracia que tu Fe se fortalece de manera cotidiana;
permanece absorto en Él,
pues es el Único y Supremo Señor y así cuando mueras,
tu Devoción te dará Gloria en la Corte del Señor y entrarás con Honor a tu última morada. (2)
Por Su Gracia, tienes un cuerpo dorado y saludable;
permanece entonado a tu Señor.
Por Su Gracia, tu honor es preservado.
Oh mente, entona las Alabanzas del Señor Jar, Jar, y encuentra la Paz.
Por Su Gracia, todas tu debilidades son cubiertas;
póstrate por siempre a Sus Pies.
Por Su Gracia, nadie te amenaza.
Oh mente, con cada respiración, eleva a Dios en tu ser.
Por Su Gracia, es que obtienes este cuerpo humano.
Oh, dice Nanak, recuérdalo siempre como toda tu devoción. (3)