venidas y la vida de cada cuál residían en la Verdad.
En la Era de Rig Veda, el Nombre del Dios Todo Prevaleciente era Rama, el más alto entre los dioses,
y Aquél que pronunciaba su Nombre, borraba sus errores y su Liberación estaba asegurada.
En la Era de Yayur Veda, invocaban a Krishna, de la tribu Yadav,
quien sedujo a Chandravali por la fuerza, y le trajo a Vindravan,
el árbol Divino, cielos para su bienamada Gopi y se deleitó en Vindravan.
En la época de Atharva Veda, la Era oscura,
el Nombre de Dios era Alá quien se vistió con el azul de los musulmanes
y asumió los atributos de un turco y de un afgano.
Los cuatro Vedas así proclamaron la Verdad en cada uno, y quienes leen y los reflejan,
conocen lo que tiene mérito y lo que no lo tiene.
Dice Nanak, ¡Solamente aquél que es el Devoto del Señor y en su Adoración amorosa habita en Humildad,
será emancipado! (2)
Pauri
Yo ofrezco mi ser en sacrificio al Verdadero Guru y Encontrándolo presencio a mi Señor.
A través de Su Instrucción me bendijo con el Colirio de la Sabiduría y a través de ella vi al mundo.
Los buscadores, abandonando a su Novio, se han ido con el otro y se han ahogado.
El Verdadero Guru es la Barca, pero pocos son aquéllos que conocen esto.
Es por Su Gracia que somos llevados a través. (13)
Aquéllos que no enaltecen a tal Glorioso Nombre, ¿para qué vinieron a este mundo, oh querido?