y a todos brinda Sus Bondades.
Sólo Él sabe lo que hace,
pues Él habita en cada corazón y prevalece en todo.
De múltiples maneras provee el Señor a Sus criaturas
y todas ellas Lo contemplan sólo a Él.
Aquél a quien Dios elige, es integrado en sí mismo
y destina su existencia a cantar las Alabanzas y a servir a su Señor.
Tal Devoto conquista inquebrantable Fe en Dios.
Todos los sucesos en verdad proceden del Señor, el Uno Absoluto.(3)
El hombre de Dios se integra en el Nombre y jamás sufre desilusión.
Sabe bien que es Sirviente de su Señor y que su deber es atenderlo;
así, fluye en Su Voluntad y aspira al más alto Éxtasis.
Ninguna otra consideración guarda aquél
que alberga a Dios en su corazón.
El Señor lo libera del cautiverio de la envidia,
mientras él con Devoción Lo alaba noche y día a los Pies del Guru.
Tal Devoto encuentra Paz en este mundo y Felicidad en el siguiente.
Oh, dice Nanak, el Señor Dios lo une en Su Ser.
Participa del Júbilo de la Compañía de los Santos (4)
y canta con ellos las Alabanzas del Señor Supremo.