porque si tuviera claro entendimiento, ¿no conduciría sus pasos hacia la Luz?
Pero confundido en la dualidad,
vaga sin sentido en total dispersión.
Sin embargo, cuando por Divina Gracia Dios le concede al hombre el Don de alabarlo,
éste se entrega a la Práctica del Nombre. (3)
Dios puede en un instante elevar hasta Su Trono a cualquier criatura de las que se arrastran por el mundo.
En verdad que el Señor trasciende todo lo creado y es el Protector de los desvalidos.
Él puede elevar a la prominencia a cualquier hombre,
que antes viviera en oscuro anonimato.
Aquél a quien el Señor Universal acoge en Su Gracia,
le es saldada la cuenta de todas sus acciones.
Esta vida y este cuerpo le pertenecen a Él, Sólo a Él y a nadie más que a Él;
Él es el Uno Perfecto, el Iluminador de cada corazón.
El Señor Mismo ha generado la creación entera,
oh, dice Nanak, por ello dedico mis días a conocer la Gloria revelada en Su Gran Obra. (4)
Ningún poder que el hombre maneje está bajo su control;
porque sólo Él, el Maestro de todo, es el Hacedor y la Causa.
La criatura humana no tiene recursos propios y está sometida a fuerzas que la trascienden,
pues todo lo que acontece proviene de la Voluntad de Dios.
Algunas veces, el hombre vive encumbrado, algunas otras él vive sojuzgado;