La repetición del Nombre es la práctica más elevada;
ha redimido a innumerables Almas humanas.
Repitiendo el Santo Nombre, los deseos de la mente insaciable son satisfechos
y se alcanza el Conocimiento Pleno.
ese hombre pierde el terror a la muerte.
Viendo realizados sus anhelos y esperanzas,
Su mente es purificada
y su corazón se inunda del Dulce Nombre.
El Señor habita en los labios de los Santos.
Nanak es el Esclavo de aquéllos que sirven al Señor.(4)
Sólo aquéllos que aman el Nombre experimentan Su Divina Riqueza;
ellos son respetados
y aceptados a los ojos de Dios,
ellos son los verdaderos regentes del mundo.
Aquéllos que practican el Nombre, no dependen de otros
y se convierten en maestros de los demás.
Los que practican el Nombre viven en continua Dicha
y obtienen la Vida Eterna.
Sólo llega a meditar en el Nombre aquél que ha sido especialmente bendecido por Dios;
Nanak anhela tocar el Polvo de los Pies de tales Hombres. (5)