Aquél que busca refugio en la Saad Sangat, la Compañía de los Santos, encuentra la Salvación,
pero quien calumnia a los Santos, pasa una y otra vez por la rueda de nacimientos y muertes. (1)
Ashtapadi XIII
Aquél que calumnia a un hombre Santo, apresura su propio fin;
la muerte lo acosa, toda Paz y serenidad se alejan de él
y termina despeñándose hasta el fondo,
en lo más oscuro de la conciencia.
Su mente se ofusca
y es degradado de cualquier Honor
Aquél que es condenado por un Santo, no encuentra consuelo en ningún sitio
y todo aquello que toca, se torna vil y despreciable.
Y sin embargo, oh, dice Nanak, tal calumniador puede alcanzar Salvación,
cuando es compadecido por un hombre Santo y atraído a Su Compañía.(1)
Aquél que calumnia a un Santo, el semblante se le deforma por el desasosiego.
Quien calumnia al Santo su voz raspa como la de un cuervo.
Tal calumniador renace como serpiente
y pasa de una vida a otra encarnando en seres que se arrastran.
Calumniando a los Santos uno se consume en el fuego del deseo.
Calumniando a los Santos uno engaña a todos.
Calumniando a los Santos su influencia desvanece.