El mundo juega en el regazo de las dos niñeras, el día y la noche.
El registro de las buenas y de las malas obras es leído en voz alta en la Presencia del Señor del Dharma
De acuerdo a las propias acciones, algunos son traídos cerca y otros son alejados aún más.
Aquéllos que han meditado en el Naam, el Nombre del Señor y partieron después de haber trabajado con el sudor de su frente,
oh, dice Nanak, radiantes están sus caras en la Corte del Señor, y salvan, junto con ellos, a muchos otros. (1)